En Valencia, la situación del pastoreo se vuelve alarmante, ya que el número de pastores ha disminuido drásticamente. Hace décadas, la comunidad contaba con alrededor de 1,500 pastores, mientras que hoy solo quedan poco más de 300. Ante esta crisis, surge una iniciativa innovadora de OPEM, que busca impulsar una escuela de pastores en la región para formar nuevas generaciones en este oficio esencial. La apuesta no solo busca la supervivencia del pastoreo, sino también proporcionar un relevo generacional vital.
La propuesta de OPEM abarca una formación integral que incluirá conceptos de veterinaria, manejo de terrenos, y protocolos de seguridad ante emergencias. La idea es fomentar un modelo de producción que combine la sostenibilidad ambiental con la conservación del entorno rural. En este sentido, se han estudiado las necesidades del área y se busca el respaldo necesario para hacer realidad esta escuela, que podría servir de modelo para otras comunidades.
A pesar de los retos que implica, como la falta de tradición en el pastoreo y la necesidad de financiación, OPEM confía en el potencial del proyecto. Este representa una oportunidad no solo para revitalizar un sector en decadencia, sino también para ofrecer alternativas laborales a los jóvenes en el campo. La escuela de pastores de Valencia aspira a ser un referente, imitando modelos exitosos de otras regiones de España, y contribuir al desarrollo rural y la sostenibilidad.
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