El famoso menú del día en España, una tradición culinaria arraigada, enfrenta grandes desafíos en la actualidad. A pesar de su popularidad, los restaurantes que lo ofrecen deben adaptarse a los cambios de consumo y a la creciente presión sobre los costos. Aunque la fórmula ha funcionado durante décadas, la realidad económica actual está poniendo en peligro su rentabilidad y, por ende, su existencia en muchos locales.
Desde la década de los 60, el menú del día se ha consolidado como una opción atractiva para los comensales, pero en los últimos años ha demostrado que necesita renovarse para sobrevivir. Con el precio medio que supera los 14 euros, muchos hosteleros se ven obligados a cerrar o a hacer ajustes drásticos. La competencia con nuevas alternativas gastronómicas, como las franquicias de comida rápida, también ha impactado negativamente en este modelo tradicional.
Innovaciones como el uso de inteligencia artificial están surgiendo como posibles soluciones para ayudar a los restaurantes a optimizar sus menús y manejar mejor sus costos. Sin embargo, lo que está claro es que el menú del día, en lugar de desaparecer, necesita evolucionar para seguir siendo relevante en un mundo donde los hábitos de consumo han cambiado drásticamente, afectando tanto a la hostelería como a los clientes.
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