En el Reino Unido, el aumento desmesurado de los precios de la vivienda está llevando a muchas personas a buscar alternativas inusuales. Cada vez más británicos optan por vivir en barcazas, una opción que les permite escapar de la crisis inmobiliaria que afecta a grandes ciudades como Londres, donde el precio medio de una vivienda es exorbitante. En 2022, se estima que había aproximadamente 30.000 residentes permanentes en embarcaciones, una cifra que refleja un interés creciente en este estilo de vida alternativo.
El atractivo de vivir en una barcaza radica no solo en los costos más bajos comparados con apartamentos en zonas urbanas, sino también en el estilo de vida único que ofrece: la posibilidad de vivir rodeado de naturaleza, en un ambiente más tranquilo. Sin embargo, este estilo de vida también conlleva desafíos, como el costo de mantenimiento de la embarcación y la necesidad de movilidad constante para aquellos que no tienen amarres permanentes. A pesar de esto, muchos encuentran el sacrificio vale la pena por la libertad y la calidad de vida que engendra.
Mientras el costo promedio de viviendas en el Reino Unido sigue en aumento, y se estima que las personas de entre 25 y 34 años son las más propensas a elegir la vida en barcazas, las autoridades veteranas están tratando de encontrar soluciones para gestionar el creciente número de residentes en canales y ríos. Este estilo de vida, aunque pintoresco y atractivo, presenta retos importantes que deberán ser abordados a medida que más personas consideren una embarcación como su hogar principal.
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