Montana ha dado un gran paso al aprobar una nueva legislación que permite a los médicos abrir clínicas de tratamientos experimentales, lo que marca la creación del primer centro en EE.UU. para acceder a terapias no aprobadas por la FDA. Esta legislación permitirá a los médicos recomendar y vender tratamientos que han pasado solo por la fase I de estudios clínicos, lo que representa una oportunidad única en el país.
El impulso detrás de esta legislación proviene de un grupo de entusiastas de la longevidad que buscan extender la vida humana. Con esta ley, Montana espera convertirse en un centro de turismo médico donde las personas puedan probar tratamientos experimentales sin necesidad de viajar al extranjero. Sin embargo, la medida ha sido objeto de controversia, con preocupaciones sobre la ética de ofrecer tratamientos sin pruebas de seguridad y efectividad suficientes.
Aunque la ley busca otorgar más autonomía médica a los pacientes, los críticos advierten de los posibles riesgos asociados con el uso de tratamientos no aprobados. La confianza en la autodecisión médica se enfrenta a desafíos éticos, y muchos creen que este enfoque podría poner en peligro a quienes buscan desesperadamente soluciones para prolongar su vida. La creación de estas clínicas en Montana podría abrir un nuevo capítulo en la medicina, pero también plantea preguntas cruciales sobre la seguridad y la regulación.
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