La reciente apertura de la preventa para los conciertos de Bad Bunny en España ha desencadenado un caos sin precedentes en Ticketmaster. Programa para 2026, la gira ‘Debí tirar más fotos World Tour’ se ha vuelto uno de los eventos más esperados, con la sorpresiva necesidad de añadir cinco fechas más debido a la alta demanda. Con fans haciendo cola virtualmente y enfrentándose a errores del servidor, muchos quedaron sin poder comprar sus entradas.
Los nuevos conciertos se llevarán a cabo en Madrid y Barcelona, sumando un total de ocho fechas, ante la expectativa creciente tras el lanzamiento de su disco a inicios de año. Este fenómeno invita a reflexionar sobre la ‘cultura del acontecimiento’, donde la asistencia a conciertos masivos deja de lado otras experiencias culturales, alimentando un intenso miedo a perderse un evento tan singular y masivo como este, especialmente después de la larga espera desde su última actuación en 2019 en España.
Sin embargo, la industria enfrenta problemas técnicos reiterativos, con servidores que colapsan y un creciente mercado de reventa que plantea dudas sobre la posibilidad de conseguir entradas a precios justos. El fenómeno de los macroconciertos continúa siendo una estrategia lucrativa para las empresas, mientras miles de fans auténticos lidian con la frustración de una experiencia de compra que resulta cada vez más complicada.
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