
Bradford G. Smith es la tercera persona del mundo en recibir un implante cerebral de Neuralink, diseñado por Elon Musk. Este innovador dispositivo le permite controlar un puntero en su computadora solo con su pensamiento. A los pocos meses de la cirugía, Smith reveló su experiencia en redes sociales, emocionando a muchos con su capacidad de comunicarse de una manera completamente nueva a pesar de su condición de ALS.
Lo asombroso de su historia es que Smith no solo utiliza el dispositivo para interactuar, sino que también está potencializando su comunicación con la ayuda de Grok, un chatbot de IA creado por Musk. Este sistema le ayuda a redactar respuestas más rápidamente, planteando preguntas sobre la autenticidad de sus interacciones: ¿son sus palabras o las de la IA? Este dilema ha captado la atención de neuro-eticistas que reflexionan sobre el futuro de la comunicación humana a través de implantes y IA.
A través de este nuevo método de comunicación, Smith puede interactuar con su familia y amigos de manera más efectiva, incluso utilizando un modelo de voz que suena como él, creado a partir de grabaciones previas. Su historia no solo es un testimonio del avance tecnológico, sino también una exploración de cómo la fusión de la IA y los implantes cerebrales podría cambiar la forma en que nos comunicamos y experimentamos la vida.
Leave a Reply