
En ‘Captain America: Brave New World’, Harrison Ford asume el papel de Thaddeus Ross, transformando al presidente de Estados Unidos en un personaje lleno de empatía y matices. A pesar de ser la película debut de Anthony Mackie como Captain America, es Ford quien roba el espectáculo con su actuación apasionante, mostrando el lado humano de un líder que trata de reconectar con su hija y enfrentarse a su legado.
La trama se complica con un intento de asesinato contra Ross y la introducción de varios personajes, incluyendo un antiguo Capitán América bajo control mental. A pesar de la amalgama de elementos narrativos, la dirección de Julius Onah mantiene un ritmo dinámico que hace que la película siga siendo entretenida, aunque se sienta algo desordenada debido a la cantidad de escritores involucrados en el guion.
En el núcleo de la historia se exploran temas de legado y las presiones que conlleva ser un símbolo. La interpretación de Ford no solo resalta la vulnerabilidad de su personaje, sino que también establece un paralelismo con la lucha interna de Sam Wilson por vivir a la altura del legado de Steve Rogers. En última instancia, la película es un recordatorio de la humanidad y las luchas que todos enfrentan, haciendo que el viaje de Ross sea tan atractivo como el heroico de su compañero.
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