El turismo en Estados Unidos está enfrentando una crisis significativa, evidenciada por un descenso del 17% en la afluencia de visitantes europeos en marzo comparado con el año anterior. Esta baja en las cifras no solo es notable, sino que ha llevado a importantes cadenas hoteleras como Accor a reportar una caída del 25% en las reservas para el verano. Los turistas europeos, acostumbrados a viajar a América, están reconsiderando sus planes de viaje en medio de un clima político tenso y cambiante.
Los testimonios de viajeros europeos reflejan este cambio. David Pereira, un habitual visitante de EE.UU., ha cancelado su viaje planeado a Yellowstone, señalando que las políticas de la administración Trump han influido en su decisión. Varios turistas europeos están optando por destinos alternativos en Canadá, Sudamérica o Egipto, lo que afecta directamente al motor económico del turismo en EE.UU. La disminución no solo se limita a Europa, ya que turistas de otros lugares también muestran reticencia a viajar.
Analistas y agencias de viajes están advirtiendo sobre las implicaciones de esta tendencia. A medida que se desploman las reservas, las previsiones para el sector turístico estadounidense se están ajustando hacia una caída más pronunciada del 9.4%. Los cambios en las políticas migratorias y la percepción negativa de EE.UU. están impactando significativamente en la decisión de los viajeros de visitar el país. A medida que continúan estos desafíos, el turismo en EE.UU. podría no recuperarse rápidamente.
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