El festival A Million Lives, celebrado recientemente, ha sido objeto de escándalo y críticas tanto de autores como de asistentes. Prometido como un evento emocionante para los amantes de la literatura romántica, la realidad fue decepcionante, con más autores que participantes y materiales no entregados. Kait Disney-Leugers, autora presente, comparó la experiencia con el desastroso Fyre Festival, mencionando la falta de agua y otras necesidades básicas.
A pesar de la promoción que prometía un ambiente lleno de actividades y diversión, como paneles y una ball de romance, los asistentes se encontraron en un lugar desorganizado y con escasa participación. Las quejas se multiplicaron en redes sociales, donde los afectados expresaron su frustración por la mala experiencia y el dinero perdido. Autores y asistentes reclamaron una disculpa y reembolsos, mientras la organización, Archer Management, admitió su culpa.
A medida que las quejas crecieron, Archer Management se comprometió a procesar reembolsos y cancelar futuros eventos, asegurando que asumirían la responsabilidad. Aunque algunos asistentes apoyaron la honestidad de la compañía, otros manifestaron su desconfianza para asistir a eventos similares en el futuro. Tal y como en otros fracasos de eventos, las lecciones del festival A Million Lives servirán como recordatorio de la importancia de una buena planificación y ejecución.
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