
John Boyega compartió una anécdota sorprendente en la Chicago Comic & Entertainment Expo sobre cómo se encontró en una situación económica precaria justo antes de descubrir que había conseguido el papel de Finn en Star Wars. Con solo $60 en su cuenta, gastó $45 en el viaje para reunirse con el director J.J. Abrams, lo que se convirtió en un momento decisivo en su carrera. Boyega recuerda que fue una decisión arriesgada, pero necesaria para una oportunidad que podría cambiar su vida para siempre.
Durante la reunión, Boyega llegó un poco nervioso y preparado para lo peor, anticipando que Abrams podría decirle que no había conseguido el papel. Sin embargo, tras algunas palabras de gratitud por su persistencia en las audiciones, Abrams le anunció que estaba en la película. Este instante fue profundamente surrealista para Boyega, quien visualizó cada detalle del lugar, desde los cubos de azúcar en la mesa hasta el impacto de recibir la noticia de que sería parte de una de las franquicias más icónicas del cine.
Desde esa revelación, Boyega ha pasado de ser un actor relativamente desconocido a una estrella mundial, protagonizando las secuelas de Star Wars y enfrentándose a sus propios desafíos dentro del mundo de Hollywood. Ha expresado sus frustraciones sobre la representación de personajes como el suyo en una franquicia históricamente dominada por una narrativa blanca, reflexionando sobre las complejidades y realidades del cine contemporáneo y su impacto en la cultura popular.
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