Tesla ha presentado unos resultados financieros alarmantes en el primer trimestre de 2025, que rivalizan con cifras de hace cuatro años. Las ventas han caído significativamente, lo que ha llevado a la compañía a lidiar con un descenso en sus acciones y la imagen pública de su CEO, Elon Musk. A pesar de ser un líder en el mercado de vehículos eléctricos, la empresa está enfrentando múltiples desafíos que han afectado gravemente su rentabilidad.
Una de las principales razones detrás de esta crisis es la renovación del Tesla Model Y, que ha impactado en la producción y ventas. Aunque la actualización promete mejoras, los descuentos ofrecidos para vender el modelo en stock han reducido drásticamente los márgenes de beneficio. Además, el esperado Cybertruck no ha cumplido con las enormes proyecciones de ventas, lo que añade presión a la ya complicada situación financiera de Tesla.
Mientras tanto, la falta de un modelo de bajo coste, que se había prometido por alrededor de 25,000 dólares, se ha convertido en otro obstáculo. Tesla está explorando el desarrollo de un SUV más asequible, pero el tiempo es esencial ya que la competencia crece en el mercado de coches eléctricos. Con todo, la empresa sigue buscando nuevas oportunidades, incluyendo el lanzamiento de servicios de robotaxis para mantenerse a flote en un entorno altamente competitivo.
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