Un grupo de empleados de Tesla, tanto actuales como antiguos, ha expresado su preocupación por la delicada situación de la compañía mediante una carta abierta titulada ‘Tesla Employees Against Elon’. En esta publicación, piden la destitución de Elon Musk como CEO, argumentando que su liderazgo está causando un descenso en la demanda de los vehículos de la marca. Los firmantes sostienen que los problemas no radican en la calidad de los productos, sino en la percepción negativa de Musk por parte de los consumidores.
La respuesta de Tesla a estas quejas fue rápida y contundente: varios empleados críticos fueron despedidos de inmediato. Esto ha generado un clima de tensión y aumento de descontento dentro de la empresa, reforzando las acusaciones de represión en un entorno que, teóricamente, debería fomentar la libre expresión. El caso de Matthew LaBrot, un empleado despedido tras participar en la protesta, ha sido uno de los más destacados en este conflicto interno.
A pesar de haber sido despedido, LaBrot sigue apoyando a Tesla y su misión, aunque critica abiertamente la situación de liderazgo. En medio de esta crisis, las cifras de venta de Tesla han disminuido, incluso cuando el mercado de vehículos eléctricos, en general, está creciendo. La situación pone de manifiesto la creciente desconexión entre los empleados y la dirección de la empresa, que se enfrenta a un desafío crítico en su futuro.
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